.Las palabras
quedan mudas para expresar aquello que es eterno.
Las palabras
quedan mudas para decir lo que es innombrable.
Solo queda el silencio y la certeza
que la vida es algo más que alimentar a los fantasmas
que me han hecho fracasar en mi camino.
La pasión no se explica: se siente.
La vida se vive, más que se planifica.
La verdad se descubre y se actualiza.
El amor se elige
desde esta verdad mutable,
que te mantiene en un permanente estado de equilibrio
que danza,
de puntillas,
con la certeza de algo que solo se conoce por medio de la pasión
y que solo se entiende oliendo sus huellas,
cuando ha desaparecido.
Mi postura
lo refleja todo.
Mi respiración
cuenta lo que muere en mi,
y lo que vive,
en mi ilusión de aquello que más anhelo
y que busco desesperadamente,
lo sepa o lo ignore.
La libertad es conocerme:
mi mente,
mi historia,
mi cuerpo.
El poder,
el poder auténtico,
es saber unir esos puntos
y reflejarlo en cada acción,
en cada pensamiento,
en cada persona que me rodea,
respetando su elección,
tanto si es morir en vida
como vivir con todas sus consecuencias.