Nuestro bosque

Este poema está dedicado a mi familia (la de sangre): sin ella no sería quien soy. Y también a esa familia que eliges a medida que pasan los años, ves cómo está todo y el amor se cruza de muchas formas en tu camino, Él es mi mejor amigo Domenikus. Confieso que sin él, este texto nunca hubiera salido a la luz.

Y vosotres, ¿ya os rodeáis de gente que os quiere bonito y os ayuda a ver lo qué importa? 🙂

¿Qué es un bosque: los árboles o el espacio que hay entre ellos?

La soledad de mi abuelo es un tronco.

Octavo hijo de la pobreza en casa de postguerra.

Con 5 años, conocía mejor el campo que todos nosotros.

Ya había recogido que el hambre es la mejor consejera y que lograr tus sueños significa sufrir.

¿Para qué hablar?

¿Para qué llorar?

La soledad de mi abuelo es el tronco que sostiene su vida. Que nos sostiene a todos.

La soledad de mi madre es un tronco.

Heredera compasiva de misterios de familia. Hierro templado a golpe de ¡Ay, hija, qué vergüenza… como se enteren los vecinos!…¡Mujer, no es para tanto! ¡Será exagerada! Eres una histérica.

Con 15 años, conocía mejor la muerte que todos nosotros. Cómo una ausencia ocupa más que un hermano

¿Para qué hablar?

¿Para qué llorar?

Se seca los ojos, enciende un cigarro y prende con ilusión una familia nueva.

La soledad de mi madre es el tronco que sostiene su vida. Que nos sostiene a todos

La soledad de mi hermana es un tronco.

La hija retrasada de una familia normal. Un despertador de Ay, pobre, que pena.

Con 20 años, conoce mejor la compasión que todos nosotros.

La hija retrasada sabe cuán solos estamos y cuánto la necesitamos para amar.

Siente qué necesario es hablar, qué inevitable es llorar y que haya alguien.

La soledad de mi hermana es el tronco que sostiene su vida. Que nos sostiene a todos.

Por eso, cuando mi hermana toma de la mano a mi abuelo

el tiempo colapsa, el espacio se abre y, en silencio, el árido campo deviene un campo de juego.

Y la soledad de mi abuelo, que es un tronco, revela que hicimos de ella la hamaca con la que nos mecemos todos, para seguir unidos.

Y a esta sensación, que no tiene forma, le llamamos casa.

Y heridos de pena nos mecemos, discretamente, para no molestar, para no armar un escándalo -que los problemas son de otros.

Y sonreímos a hamacas cercanas, amigos, colegas, mujeres, vecinos… Regamos el mismo destino y formamos un bosque,

g

o

t

e

a

n

d

o

sin

saberlo.

Y es que una guerra nunca empieza cuando empieza ni acaba cuando acaba.

Por eso, cuando mi hermana toma de la mano a mi abuelo,

el universo se pliega sobre sí mismo y podemos verlo.

Y vemos un mundo amorfo -al que todos damos forma

corriendo desesperados -para mantenerlo todo quieto

y sin memoria, haciendo del mapa, territorio,

vemos un orden extraño  

que nos golpea y nos hace pedazos,

nos separa y nos vuelve enemigos

y nos desordenamos… para que todo mantenga su orden

hasta ahora.  

Hasta hoy.

Que

he tirado del hilo

y he roto la hamaca

y el árbol al fin ha cedido ante ojos de madrugada, pieles que ahora florecen y un nosotros de gruesas ramas.

Que he tirado del hilo

y he roto la hamaca

y el árbol al fin ha cedido ante ojos de madrugada, pieles que ahora florecen y un nosotros de gruesas ramas.

¡Qué bien que ya no hace falta el feminismo!

Subtítulos en español e inglés disponibles 🙂

Y pasó. Cuando me hice sensible al feminismo y me puse las gafas violetas por primera vez, fue un momento de regeneración vital enorme: sobre mi identidad y mis reacciones ante la vida; sobre la diferencia vital entre sexo y género y tooooodas las reflexiones a las que nos catapulta; sobre la necesidad de hablar de feminismos en lugar de feminismo; sobre la necesidad de incluir en las discusiones feministas el peso del capitalismo y del racismo, transversales al cuestionamiento del patriarcado. Todo ello, con el único motivo de atravesar este inconsciente colectivo que nos ahoga en inercias caducas y dolorosas.

El feminismo es, para mi, un -ismo vital para poder avanzar hacia una sociedad más justa, sensible y fuerte basada en los cuidados y respetuosa con los ritmos vitales reproductivos, además de productivos.

Es un -ismo. Es decir: una ideología. O sea: es una parte del pastel y no el pastel entero. Y parte del mundo de las ideas: es una idea que nace como oposición a otra idea (¡y menos mal!). Por eso ahora, que el feminismo es una realidad que va calando en muchos lugares del mundo, veo necesario ir a debates más sutiles , que siempre aguardaron tras los debates urgentes que iniciaron este movimiento. En definitiva: me urge ir a la raíz del problema para desactivar todas las bombas hijas que nos explotan a cada paso.

Sabía que más pronto que tarde acabaría sintiéndome incómoda y protestando ante los discuros simplistas duales sobre mujeres y hombres, sobre víctimas y verdugos. Sobre el culpar al machismo y el patriarcado, en general, como si fuera algo que existe en el aire. O aun peor: acusar a los hombres de todos los dramas. Sobre el disculpar a las mujeres alienadas y empatizar con ellas porque son mujeres e históricamente, toca compensar la balanza.

¿Es que acaso un hombre educado en sus emociones, feliz y en paz consigo mismo mataría, humillaría, despreciaría o violaría a alguien? ¿Por qué empatizar con nuestro sufrimiento más que con el de ellos? Por pura subjetividad e identificación caprichosa con este cuerpo que tengo que…¡oh, paradoja! No quiero que me defina. ¡Pobres mujeres! ¡Jodidos hombres! Ni se te ocurra tratar de entender que su dominación nace de una profunda herida, tanto como nuestra histórica sumisión.

NO. BASTA. Si vamos detrás del encuentro sincero y no de luchas de poder, esta actitud es insostenible.

Me irrita y hace reír a partes iguales la facilidad de muchos hombres para contestar un «¿Otra vez?» con un torneo de ojos en blanco, al oir una comentario feminista. Y lo mismo me pasa cuando oigo mujeres heridas que, igual que me ha sucedido a mi en ocasiones, confunden la herida privada con la lucha colectiva. No porque no sea lícito o humano. Sino porqué una vez reconoces que estabas ciega, ¿no te vas a pasar tu vida quejándote, verdad? Se supone que harás algo para vivir mejor. Se supone que pasarás a la ACCIÓN.

Por supuesto que me sé un sensible y dependiente del medio en el que elijo vivir. De aquí 20 años, la epigenética, la psiconeuroinmunoendrocrinología y el estudio del microbioma nos dejaran jodidamente maravilladas, visibilizando mil y una conexiones que hoy la mayoría de cientificos ni logran imaginar (pese a todas las pistas y papers al respecto). Porque, en resumen, lo que hay es lo mismo: el idealismo romántico y la inmadurez. No responsabilizarse del propio peso: de las necesidades, sentimientos y las acciones de cada uno. Tirar balones fuera. Y así, negarme la posibilidad de liberación a través de la responsabilidad radical de sostenerme a mi misma hasta las últimas consecuencias. Porque no queda otra salida, ni nadie vendrá a salvarme. Basta de repetir el maldito arquetipo príncipe-princesa, salvador/salvado de forma malsana. Hay que desmontar el puzzle con cariño y cuidado, para elegir conscientemente qué fichas necesito y deseo, qué me hace bien. Deconstruir roles e inercias con una mente afilada conducida por un corazón amoroso y compasivo.

Y es que de eso se trata, para mi: de vivir con la sensibilidad despierta al máximo para crecer más fuertes, sanas e inteligentes. Y eso, querides, no entiende de sexos. Es una decisión personal y valiente. Es la jodida revolución. Es la antesala de nuestra libertad.

Veamos quien acepta el desafío y se atreve a cruzarla.



155… motivos

Vivo la vida como un videojuego en el que paso pantallas: toma, una más. Y otra. Chúpate esa, destino: ¡otro sueño cumplido! Y otro, otro, otro más. Me sacude la adrenalina. Soy un pastel de endorfinas y me río sola en el metro. Muchos miran extrañados. Algunas, me entienden… sin entender exactamente, pero se les encienden los ojos. Entonces a mi me sale una sonrisa de vagón, enorme.

Esta noche fue, sin duda, una noche inolvidable: Poetry Slam Barcelona celebró un evento único en la cultura contemporanea de Barcelona. Único por varios motivos: por el elenco increíble de poetas invitados, algunos de los mejores de Europa, que nos reunimos en el Castell de Montjuic. Por lo mágico de ser precisamente ahí, en ese lugar donde antaño se luchó con balas y bombas y ahora, 2018, luchamos con versos. Además, fuimos el evento que más gente atrajo de todos los eventos culturales programados durante la semana… ¡que más puedo decir! 😀  Y por último, fue una noche única porque, tras 8 años de duro trabajo y picar piedra, al fin l’Ajuntament miró con respeto e interés el movimiento de Poetry Slam. El equipo ha trabajado duramente durante estos años y son pioneros de un movimiento cultural que, pese a ser un fenómeno mundial, no recibe apenas apoyo del Ajuntament, del Gobierno ni de otros entes. Se expande con la ilusión y el boca a boca de la base, de la gente, que cada día es más. La ola crece… y es el doble de admirable, siendo tan grande el desdén de las fuentes «oficiales» y voces tradicionales que proclaman que esto, lo que hacemos, no es poesía.

En fin, este video recoge un momento que podré explicar a todos los hijos e hijas que no tendré cuando sean mayores. Antes de seguir, una aclaración: no soy independentista ni lo seré. No apoyo nacionalismos de ningún tipo: me sobran fronteras y me falta amor en este mundo de todas, de todos. Mi patria es la Tierra y mi cuerpo y el tuyo, mi templo. Este texto recoge la vergüenza y rabia de haber vivido la aplicación del artículo 155 por parte de un gobierno autoritario hijo del fascismo más recalcitrante… además del gobierno gobernado por el partido más corrupto y que, irónicamente, más empobrece a España con sus robos y enchufes cuñaos a todos los niveles. Se vendió (se vende, más de un año después) que el mayor peligro para romper la armonía y convivencia de España, no son los buitres que la devoran desde dentro: que es un pueblo que lleva años reclamando hacer un referéndum por vías legales para decidir (para escuchar) la opinión de su gente. Un pueblo que propuso un Estatut que se recortó y se ignoró en su día. Y desde ahí, no hemos avanzado. Eso es concretamente lo que se está proponiendo: desviar la atención del cáncer que supone la ignorancia de quien nos gobierna desde el miedo y la autoridad sin respeto por la diversidad, por la pluralidad y la riqueza que definen España. Alguien, desde luego, con un orgullo demasiado estrecho y limitado para conseguir que España brille y sea realmente una, grande y libre.

Os invito a leer el texto. Tranquilamente y con un té de invierno en la mano. Que bendita rasca suelta hoy. Un abrazo.

155… motivos

Cuando el todo resta más que la suma de sus partes

cuando el hígado ya no filtra

la justicia se calla

y las bocas se cierran…

tiemblan.

Tiemblan, pues saben que el fin es inminente.

Y es que hay 155 motivos para romper.

155 motivos para acabar con tal sin sentir insensible y voraz,

incapaz de escuchar a la vida.

Y su miedo crece y crece al ver que no hay salida si no cambiamos la pregunta,

¿y quién se atreve?

¿Quién se atreve a dejar de rimar barbarie y familia,

de imponer barbarie y familia por respeto y tradición?

Mire donde mire, veo la historia repetida:

de generación en generación

degeneran buenas razones llenas de noble intención que empujan

al abismo de siempre:

“O ellos o nosotros.”

Y yo, ¿qué diré?

Yo, que me sé encuentro,

un milagro ante lo improbable del suceso….

ya no.

Tengo 155 motivos para no seguir el juego.

Para sencillamente ser quien solo yo puedo ser (eso es la revolución).

Y hacer crecer el inmenso poder de mi minúscula ala de mariposa,

esa palanca invisible que hace del aire huracán.

155 motivos para dar un golpe en la mesa

y dejar caer los miedos,

que estallen en mil cristales.

Y ahora sí, poder verlos y por fin, poder recogerlos,

con cuidado,

para no herirnos más.

Sé cuánto duele una herida en la yema del dedo,

el dolor que causa al tocar el mundo.

Ahogarme bajo el peso de un señor que nos mira desde arriba

que entró en mi hogar asaltándome a contracuna

antes de poder yo hablar, ni entender cómo se cose el silencio

o qué clase de tejido es la memoria.

Por mi bien,

predica sermones entre el techo, el sueño y mis párpados,

cada noche, cuando oscurece.

Él no me deja descansar: él me exige respeto.

Y ya he aprendido ¡y joder con qué esfuerzo!

que respeto no es eso.

¿Cuántas familias más necesitamos destruir?

¿A cuántos países más bombardear?

¿Cuánta corrupción cabe en un cuerpo?

155 motivos

para reírme tranquila, mostrando colmillos mirando de frente

sabiéndome amor cuando mato a la muerte.

Pues respeto no son paredes sin color de vidas vividas sin calma.

Bocas llenas de palabras vacías, sienes cerradas.

Infiernos que de tanto ignorar, acabamos escuchando todos.

Respeto es recorrer con otros pies terrenos nunca antes pisados,

recorrer lentamente fronteras hasta descubrir mis costillas

y sentir como se hinchan y se encogen, cómo se hinchan y se encogen.

¿Dónde está el respeto entre iguales que somos diferentes

y todos nosotros humanos?

155 motivos para entender qué frágiles somos

y aceptar que lucha es derrota,

si no sabes porqué, con quién ni a hacia dónde.

155 motivos, urgentes,

para ordenar tanta barbarie y ser hijos de nuestras madres, hijas de nuestro tiempo;

190.000 años de  evolución que por fin tengan sentido

 

Rodar

Tras unos meses de cura de redes sociales (must to!), vuelvo al bloggeo. A mi ritmo, yes. Igual que la planta crece a su bola… y, eh, si en mi ADN tengo grabado el ritmo de un post cada diez años, ¿qué?

Os comparto mi último video de slam con un texto nuevo del que estoy especialmente orgullosa: Rodar.

En esta ocasion fui finalista, con puntuaciones muy reñidas con Ainara (segunda posición) y Marta B (ganadora). Estas mujeres de voz irrompible están on fire y fue una final superinteresante.

Aiiiins… ese subidón de competir y compartir cada día un poco más con gente de esa que si tuviera hijos, les diría «Es así, mi amor: así es como se vive» 🙂  Os invito a pasearos por el canal de Poetry Slam Barcelona y conocer a éstas y a otras voces imperdibles: encontraréis algunos de los mejores referentes a nivel mundial de la escena #Slam y de la literatura oral contemporánea. Y es que en Barcelona, OMG, hay nivelazo del bueno.

 

 

Rueda redonda la vida

y el tiempo que abraza y separa

me hace volver otra vez

a lo que creía mañana.

 

Fósiles milenarios, ahora petróleo

reciclados como plástico del futuro….

Pero, ¿y quién reciclará la memoria del tiempo

y la tierra y sus rocas?

 

Dejar en herencia

una bolsa de 500 años de vida,

recordando a mis hijos

que soy, igual que ayer,

ciega,

torpe.

 

Y aunque sí,

aunque todos,

qué humana la pereza,

ese dejarnos arrastrar por la rueda.

Qué fácil es rodar

alrededor de un ombligo minúsculo

que solo entiende de bordes y ahoras, de prisas sin horas,

de todo para antes de ayer.

Vamos directo al pasado camino al futuro.

 

Rodar, que es un verbo bello,

deviene inercia, huella y camino.

Plaguicidas por encima de niveles permitidos en el agua del río que riega mis plantas,

nitrógeno y óxido rascando mi piel, limando pulmones, quemando los ojos de todas.

 

Me miro al espejo y el hámster que veo se pone a correr

y giro, en la rueda,

y giro,

más rápido y más yo giro.

Corriendo a ninguna parte,

rodando pendiente abajo hacia quién sabe dónde,

como si me persiguiera la nada

y tuviera que demostrar cuánto he conseguido, cuánto acumulado

a costa de acabar con todo.

 

El hámster que soy, mejillas repletas,

pela un plátano cortado a rodajas,

servido en bandeja de plástico.

La tira a un lado sin parar de correr.

Y más tarde, un cadáver envuelto me espera a comer,

arranco su vida sin darle las gracias, no queda tiempo

y sigo.

Y voy a beber,

y bebo en botella de plástico.

 

Y en este momento de verdades plásticas e ignorancia absoluta,

de pánico ante la pendiente que me devora en mi caída hacia el no pienso, pero existo…

un palo en la rueda se clava en el eje y rompe el destino.

 

A veces, en forma de alergia,

alergia a un químico que ignoraba había en el pan,

que vivía ya en mi pulmón, o en el estómago de un pez que ahora es mi pecho.

A veces forma un cáncer maligno que cómo iba a saber, si nadie me había dicho,

con lo poco acostumbrada que estoy a escuchar palabras que no sean “ombligo, rodar,

más rápido”

 

La rueda se para

…y qué vértigo.

Y después, qué calma.

Mi ombligo se abre y sus bordes se ensanchan y escupo las prisas que llenaban mi boca y

hacían de mis armas un mano de destrucción masiva.

Escucho y las rocas me hablan.

Se pone a llover y parece que algo cede.

Me alejo del centro y de su sombrero gris, que tapa la ciudad

 

Yo también soy eso. Esto es ya mi historia.

Miro mi rueda, ya rota.

Y entiendo que un palo pequeño,

que un pequeño palo,

es suficiente para detener un mundo entero

y dibujar en la tierra en qué elijo convertirme.

Hazlo

¡Ha vuelto a pasar! Váis a conseguir que me venga arriba y luego… a ver quien me calla.  En febrero el público me premió ganando por segundo mes consecutivo Poetry Slam BCN, mi 3ra victoria en lo que va de año.  Fue algo genial… y muy emocionante que pasara con el último Slam de la Temporada. ¡Menudo sabor de boca me llevo cerrando así la liga 2017-2018! Doble emoción por ser, además, la celebración del 8º aniversario de PoetrySlam BCN. Y triple dosis por quedar subcampeona del año, a 1 reñidísimo punto por el oro (¡bien merecido!) del tremendo Arjan Álvarez.

Él será quien nos represente en la final nacional y es algo que me llena de felicidad. Estar en la final nacional es una experiencia inolvidable que viví el año pasado, como representante de BCN. ¡Qué mejor que tenerlo a él representándonos este año! Y que suenen bien fuerte voces tan poéticas, jóvenes y contundentes como la suya. Os invito a disfrutar de su tremenda garra aquí.

Me despido compartiendo el video y texto de mi última actuación, la que me valió el aplauso ganador.  Agradezco a quienes me dieron semejante honor una vez más: el público. ¡Gósenloh!

 

 

Si la vida es dar tumbos sin rumbo

zumbando entorno de un epicentro

sin centro ni tiempo

entre una cosa y la misma vestidas      de distintos momentos,

 

si la vida es dar tumbos sin rumbo

zumbando entorno de cantos secretos

que guardan, discretos y ocultos

nuncas, siempre, recuerdos…

 

¡¡¡CORRE!!!

 

Corre corre

corre prueba

corre compra

corre gasta

corre siente

¡siente y sé feliz!

 

Siente y ríe

siente en verde

siente chakras

siente gloria

siente y gana

¡gana y sé feliz!

 

Gana herencias

gana heridas

gana amigos

gana aplausos

gana  trabajo

¡trabaja y se feliz!

 

Trabaja mucho

trabaja poco

trabaja gratis

trabaja en negro

trabaja y compra

¡compra y sé feliz!

 

Compra casas

compra perros

compra pareja

compra un hijo

compra un sueño

¡compra y sé feliz!

¡Compra y sé feliz!

Se feliz.

Se feliz…

 

Se      yergue pesada mi lápida:

deber ser liviana y ligera,

sonriente y negando la náusea que nace del barro que hiere

por no saber tierra fértil.

 

Se yergue pesada la lápida

y soy mi peor enemiga,

sonriendo abismos, cristales de ansia por reventarme esta piel

crecida en vacío y sordera.

 

Sé, sé…

que así no.

Si la vida es dar tumbos sin rumbo,

zumbando entorno de un epicentro

sin centro ni tiempo

entre una cosa y la misma vestidas      de distintos momentos,

PARA.

 

Para el tiempo

Para, mira

Para, huele

Para, respira

Para, siente

solo siente.

 

Siente el río

siente el frío

siente el hueco

siente hiedra

siente y toca

solo toca.

 

Toca rojo

toca piedra

toca cielo

toca tromba

toca y vive

solo vive.

 

Vive ahora

vive siempre

vive hondo

vive en calma

vive y grita

solo grita.

 

Grita adiós

Grita  te perdono

Grita quiero

grita puedo

grita y hazlo

solo hazlo

 

HAZLO. EMPIEZA. AHORA.

Uno de esos días

Una mezcla de sorpresa, alegría y orgullo se mezcló el sábado pasado en el Museo de arte contemporaneo de Barcelona (CCCB), cuando gané la edición de enero de PoetrySlam Barcelona con este texto. Que el público valorara tanto un poema acerca de los beneficios de la menstruación y el poder de la sensibilidad femenina… me resulta realmente emocionante por todo lo que implica.  Así que gracias de corazón: no gané solo yo, el sábado, sino que ganamos todas las personas que nos abrimos a vivir naturalmente nuestros ritmos vitales 🙂



Hoy estoy en uno de esos días,

uno de esos días con humor de contracciones, pariendo revoluciones y los ojos en carne viva.

Con mis pupilas fijas,

los ojos clavados

en el eterno retorno del giratorio péndulo que son futuro y pasado,

futuro y pasado,

que hipnóticos    son cuerpos e historia,

que estáticos    repiten miedo, legados,

sin importar la forma, la tuya o la mía.

 

Hoy sería fácil justificar palabras con hormonas,

pero no seré tan simple.

Sería negar la profundidad y el poder que me da vivir en mi ser,

mes

tras mes,

un ciclo

de vida y

de muerte.

 

Río,

río al ver ojos huracán,

que sin saber a dónde van… quieren calmarme.

Río en carcajada al admirarme

de que yo soy previsible, cíclica y continua,

y ellos, mis verdugos,

ellos son incontrolables.

Ellos sangran y desangran a capricho y “esto es mío”.

 

Respiro.

Mantengo la compostura ante la situación impuesta,

un pacto secreto en el que nací:

 

En reuniones, propondré ideas

que solo al decirlas él, o él, o él… darán cosecha.

 

Mi compasión infinita

cuidará de la familia como dicta la naturaleza

porque ser mujer es eso.

Es… los demás siempre primero,

es…descuidar mi propia piel,

mi tan sensible piel que hoy, en uno de esos días

es la piel del mundo

y dentro y fuera pierden todo el sentido,

hasta que sus guerras me sangran y se hacen guerras mías.

Y me desgarra la insensible mirada, históricamente repetida

hasta hacer Una gran verdad de una sarta de medias mentiras.

 

Pero el chorro que gotea me recuerda que estoy viva,

más viva que tantos que se aferran a la vida con dientes,

destrozando su alegría,

destruyendo su milagro,

aniquilando su poesía.

 

Me abrazo tan fuerte que al fin duerme mi bestia

y abrazo el poder de la muerte,

que me hace más bella que nunca aclarando de sangre mi mente.

 

Respiro.

Mantengo la compostura

ante la situación impuesta.

Un pacto secreto en el que nací.

 

Compartiré ahora un secreto

Que al crecer descubrí:

 

Instrucciones de uso de la vida (por favor siga leyendo):

Introduzca su mano en el pantalón,

saque sus gónadas gentilmente

y golpee con ellas fuertemente encima de la mesa.

Golpee, golpee hasta que alguien lo escuche y nunca, jamás se detenga.

Acuse cualquier otra estrategia de débil, exagerada o antisistema.

Golpee y destruya sin piedad todo aquello que no entienda,

negando si es preciso incluso su existencia.

 

 

Átomos milenarios

Un segundo poema desde esa ciencia que tanto habita en nosotr@s, fuera de libros y clases soporíferas: la ciencia que nos mueve y mueve el mundo entero; que mueve el universo desde el inicio de los tiempos.

Con los nervios del directo en Poetry Slam, alguna frase quedó secuestrada en mi hipocampo, así que si estás leyendo esto léete el texto entero y descubre cuál falta 😉  ¡Un saludo!

 

La realidad…

la realidad supera a cualquier poema.

¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo?

¿Qué es lo que tengo? ¿Qué es lo que no?

 

Cuentan que en el inicio

todo estaba condensado

en un minúsculo punto,

la cabeza de un alfiler.

Todo sin forma,

todo sin espacio, ni tiempo,

sin entrada ni salida,

ni principio ni final.

Éramos… y no éramos,

¡ni vivos ni muertos estábamos

hasta que se formó el universo!

 

Entonces fuimos

átomos milenarios volviendo hacia la tierra

La cena de bacterias y también su gas metano.

 

Carbono que entrando en la planta,

dándole vida a un conejo

asado a fuego lento irá directo a mi panza.

 

Y en siesta, descanso y amor,

seremos orgasmo y bebé.

Gen, sueños y piel

de una vida que ahora son dos

 

Cambiante y eterna, yo

Yo.

Ni siempre ni nunca, Yo.

Y es que entre tu y yo,

solo el espacio y el tiempo,

la historia y la suerte

nos separan.

Tu y yo somos seres de oxigeno, nitrógeno, carbono e hidrogeno mitos y pieles.

 

Si observo,

si observo atentamente,

dejaré de repetir el mismo error:

confundirme y creerme mi cuerpo.

Las sensaciones de mi cuerpo.

Los pensamientos que me habitan.

Los miedos que aprietan mi cuello.

 

La forma a veces deforma mucho más de lo que informa.

 

Cuentan que en el inicio

todos estábamos condensados en puntos tan pequeños,

5 puntos, 5 mujeres

creando todos los cuerpos.

Nos moldean siglos y siglos

de selección natural y de suerte,

de adaptación, migraciones y muerte

que me hacen estar aquí,

sobrevivir hoy aquí.

Sin elegir,

sin decidir

mi destino ya empezó

Sin elegir

sin decidir

nuestro destino ya empezó

 

¿Quién soy yo? ¿De donde vengo?

¿Qué es lo que tengo? ¿Qué es lo que no?

 

Todo cambia al ver bajo un microscopio

y lo oscuro de lo inopio se rebela.

Y mi vida nunca vuelve a ser igual,

mi mente nunca vuelve a ser igual.

Si fuerzas invisibles nos gobiernan,

¿qué es  y no es real?

 

Dis-moi

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En esta ocasión, la editorial cartonera SinLicencia, liderada por el compañero Valdomir Rodríguez, se ha animado a preparar un libro con textos de poetas de Francia, Belgica, diferentes lugares de Amèrica Latina y Barcelona. Y la han traducido al francés y español, hecha con mucho amor y con grabados de Flora Bellouin.

Mañana celebramos un evento gratuito en el querido Parc de la Ciutadella, en el centro de Barcelona, compartiendo lecturas poética y charlas con poetas y la editorial . ¡Te esperamos! 🙂

Mientras tanto, ojalá te guste tanto como a mi la traducción de uno de mis últimos poemas en formato Poetry Slam,  «Dime»

 

DIS-MOI

C’était quand ?
Dis-moi.
Que nous avons choisi de vivre infectés de silences incommodes.

Dis-moi quand est-ce
que la voix du brouhaha
aveugle les bouches, fait taire les yeux
et que tous aveugles
nous allumons la télé et crions BUUUUUUUUUUUUUUUUT ?

Je deviens muette
et te regarde, depuis le corner,
avec un jeu bien ouvert
désirant provoquer un hors rêve à tes habitudes

Non, pas besoin d’un tacle.

Parce que le miracle de la vie
va et vient, s’en va
s’échappe à chaque heure
s’éloignant du centre et… Dehors !!!
Uuuuix !
Que c’est émouvant de voir se passer ma vie depuis les gradins !

Dis moi quand est-ce
que nous avons décidé de vivre infectés de silences bruyants, collectifs
qui à force de ne pas dire, ne disent rien,
qui occupent autant qu’ils pèsent,
qui pèsent autant qu’ils pensent.

Et plus de pression supporte un corps,
plus sa température augmente
… et moi j’éclate de chaleur
dans ce cimetière de défenseurs
qui aplanissent la pelouse avec du ciment de neurones

Chacune,
unie 10 000 fois à 10 000 opportunités
se réduit et lance un « Bon, est passé un jour de plus ! »

Dis-moi quand est-ce
que nous avons acheté des silences de fringues,
coiffures claustrophobes et colliers si jolis,
Qu’à 30 ans mes pieds souffrent :
ils sont si hauts les talons qui soutiennent mon âme.
Parfois je sens les craintes clouées, cette boucle bon marché
d’un soutien-gorge mal acheté
qu’en plus je n’ai pas choisi.

Dis-moi, que fais-je de ce bruit
s’il y en a tant qu’il n’y a plus d’espace ni de temps.

 


Moi, que sais-je et je te le dis
c’est que je porte en moi un stade
où ne tiennent ni l’ennui ni le droit à l’oubli
que je me trompe, oui.
Et j’apprends à pardonner
Et que mes pas sont des piliers
que mes ruines sont des trésors
et l’instant où je te regarde est une rencontre irremplaçable
que je ne pense pas me perdre,
Je te jure que les promesses qui te barrèrent le chemin
ne sont déjà plus si importantes
et que coude à coude,
ENSEMBLE, équipe,
ENSEMBLE, gagnons le match!

 

Traducción del texto original gracias a Valdomir Rodriguez.