Dime

 

¿Cuándo fue?

Dime.

Que elegimos vivir infectados de incómodos silencios.

 

Dime ¿cuándo es

que la voz del estruendo

ciega bocas, calla ojos

y muertos todos

prendemos la tele y gritamos GOOOOOOOOOOOOOOOOL?

 

Yo enmudezco

y te miro, desde el córner,

con mis juegos bien abiertos

queriendo provocar un fuera de sueño a tus costumbres

 

No, no hacen falta zancadillas.

 

Porque el milagro de la vida

viene y se va, se va

se escapa cada hora

alejándose del centro y… fuera!!!

Uuuuix

¡Qué emocionante es ver mi vida pasar desde las gradas!

 

 

Dime cuándo fue

Que elegimos vivir infectados de silencios ruidosos, colectivos

Que por no decir, no dicen nada.

Que ocupan tanto como pesan.

Que pesan tanto como piensan.

 

Y cuanto más presión aguanta un cuerpo,

más aumenta su temperatura

… y yo reviento de calor

en este cementerio de retaguardias

que aplanan el césped  con cementos de neurona

 

Cada una,

unida 10.000 veces a 10.000  oportunidades

dispara un “bueno, ya ha pasado otro día”

 

Dime cuándo fue

Que compramos silencios de vestido,

peinados claustrofóbicos y collares tan bonitos.

Que con 30 años me duelen los pies:

son tan altos los tacones que me sostienen el alma.

A veces siento los temores clavados, esa hebilla barata

de un sujetador mal comprado

que encima no elegí.

 

Dime, qué hago con el ruido

si hay tanto que ya no hay espacio ni tiempo.

 

Yo, lo que sé y ahora te digo

es que llevo en mi un estadio

donde no cabe el tedio ni el derecho al olvido

que me equivoco, sí.

Y estoy aprendiendo a perdonar.

Y que mis pasos son pilares

que mis ruinas son tesoros

y el instante en que te miro es un encuentro irrepetible

que no pienso perderme.

Te juro que la promesas que te rompieron en el camino

no son ya tan importantes

y que codo a codo,

juntas, equipo,

juntos, todos ganamos el partido.