Suavemente

 

Suavemente

quiero abrazarte suavemente.

Un abrazo de invierno a las 3 de la mañana

mientras lluvia golpea el cristal y piel es manta gruesa.

 

Abrazarte como madre,

que en caida,

sangre

y piedra       te recoge al vuelo

y té en mano te sienta,

y te sorbe sorbo a sorbo hasta desaparecer…

y tu te llenas, de calor, ¡te llenas!

 

A ti, quiero abrazarte.

¡Qué tremenda velocidad llevas!

Que sin tiempo para oir de ruidos, ni cadenas

y menos aun los gritos de los mil animales que te pueblan.

 

Quiero abrazarte a ti, que estás temblando.

 

¿Tanto correr, hacia dónde?

Qué poco darse cuenta.

Tiemblas tan bajito que tus escalofríos son quimeras.

Yo te detengo, entre mis manos,

te excavo

y pares una piedra

y respondes a su llamada de socorro sentándote sobre ella.

Mientras, animales aplastados.

Mientras, tus ojos mirando arriba, preguntando a las estrellas.

Mientras, esperas.

 

Esperas que el metro te entre otra mañana

y te pare en cada estación,

escondiéndote tras tu Iphone mientras en Facebook te muestras.

Esperas que las calles te recorran,

respirando tus humos, recorriendos tus miedos, requejando tus quejas.

Te mudaste del útero a las cuatro paredes de siempre

y anuncias que estás vivo solo porque te parió una madre

y de ella nació un médico

y un certificado os dio la bienvenida.

 

Es a ti a quién mira el espejo cada mañana y te pone caras raras cuando cree que nadie os mira.

Eres tu quien cocina solo cuando hay en la mesa otra silla.

 

Quiero abrazarte porque se que estás cansada, cansado,

de que las tonterías te luchen

y de tener en tus cinco patas siempre al mismo gato,

a ese gato que no sabes si come pienso o si pienso y lueo existo, y no te deja dormir.

De si soy lo que creo

de si creo lo que se

o si vivo lo que siento

y… no lo sé.

Sólo sé que ese gato te habla y te hace compañía

mientras tu te arrugas y  disimulas que estás temblando.

 

Y yo, sin mucho pienso y aunque existo,

sin palabras y tan desnuda,

quiero abrazarte como un lago cae sobra una gota.

Quiero hablarte con mis manos, tocarte con mis ojos

mirarte

y que porfin me devuelvas tus pupilas.

 

Quiero abrazarte hasta que te lluevas y se deshagan todas las víctimas.

Verás que todo lo que ahora aguantas… es absurdo.

Un día, en mitad de la calle,

te atrapará todo el sentido, desprevenido,

y será por la espalda.

Mientras tu te preguntas  ¿Dónde he estado todo este tiempo?

… y ¿dónde se ha ido el gato?

Sufre

 

Sufre.

Te receto la mejor medicina

para quitarte las tonterías.

Y no,

no deseo tu dolor

ni deseo tu caída.

 

Pero tu te empeñas

en sostener ideas

en devorar pasiones

en bajar a pozos

para gritar luego

«estoy mal»

«estoy mal»

«ayuda»

 

Y yo,

que escucho,

que oigo sin querer,

que oigo tus abismos

que soy radar de sombras

que soy fiel,

yo

te sigo.

 

Y bajo, me hundo,

bajamos a tu inframundo

nos hundimos en tus entrañas

una y otra vez.

Y golpeamos,

recibimos.

Lloramos,

nos reímos.

Te doy fuerza.

Y mi fe

deviene tu fe.

 

Y me digo

que ahora sí,

que ahora has visto

y ahora entiendes.

Que ahora sientes

donde hay oxígeno

y donde no.

Sonrío.

Sonríes.

 

Pero pasa un mes

y te caes.

Y me fijo.

Desconcertada,

me fijo.

 

Y te veo.

Ahora sí,

esta enésima vez,

te veo claramente.

Ahora que no me arrastra tu urgencia,

Ahora que no estoy desesperada

hambrienta por ayudarte,

ayudarte y serte útil,

serte útil y así amada.

Ahora sí,

te veo.

 

Caes,

no por accidente,

no por mala suerte,

tu caes

porque te dejas caer

caes por la inercia

de un cuerpo acelerado

por su mente demente

con su miedo y miedo al miedo.

Te bebes y te bañas

insaciablemente en tus heridas.

Viciosamente caes.

Caes por placer.

Retorcido y perverso placer

que anticipa atenciones

y anticipa abrazos,

que anticipa la confirmación

de que sí,

de que estás sufriendo.

 

De «Hoy no puedo más»

pero mañana vuelves.

De «Hoy me pagan una mierda»

pero mañana doblo horario.

De «Hoy vamos que cambiar el sistema»

pero mañana recreo sus errores.

De «Hoy no tengo dinero»

pero mañana sigo esperando que alguien me salve.

De «Hoy no se qué hacer, no la amo»

pero mañana estaré casado

De «Hoy me maltrata»

pero mañana retiro la denuncia.

 

Te hablo

de mi

a mi otro yo.

De ti

a tu otro tu.

Te hablo

de víctima

a víctima.

De juez a juez.

 

Deja de engañarte

y no hables en vano.

Si no quieres ser responsable de ti mismo,

solo calla.

Calla y lleva tu cruz,

siéntela con todo su peso.

 

Súfrela.

Sufre.

Hasta que se te lleve por delante

y te rasgue, piel, alma y entrañas.

Sufre hasta que tumba, cruz y lágrima sean uno.

Hasta que hielo, caja y pandora.

hasta que fuego, bomba y a rastras.

Sufre hasta que te partas

hasta que tu cráneo grite en silencio

BASTA.

 

Sufre

hasta gritar BASTA.

BASTA.

BASTA.

 

Sufre

hasta agotar tus reservas de dolor

y que lo único que te quede

sean ganas de vivir

este momento.

Salgo por donde entré

Miro desde un rincón
la cuenca de mis ojos
rueda
hacia delante y hacia atrás
hacia los lados se inclina
vertiginosamente
se acelera
con cada instante
que recuerdo esa caída
y se detiene
imperturbable
silenciosa
tranquila
en el momento
que recuerdo la salida
y dando media vuelta,
salgo por donde entré.

Destrózame

 

AMOR: ESTADO ALTERADO DE CONCIENCIA

QUE NO QUEREMOS QUE ACABE

NUNCA.

 

Tu

me dices que me amas,

pero es tu dopamina la que habla.

Desbocada.

 

Es tu hipotálamo

liberando hormonas que te hacen sentir

tan bien.

 

que si no te diera lo que sin saber me pides

instintivamente

me dejarías de querer

 

Y aun y así

te miro,

desde la otra punta del sofá.

Como solo puede mirarte una mujer

que se siente

por ti

intensamente amada.

 

Y aunque se,

se que estás drogado, alterado

sin remedio, un animal encabritado…

yo

lo estoy también….

 

Yo, que tanto se,

yo que no necesito a nadie,

yo que tengo fuerza para sostenerme y sosteneros a todos en pie

Hoy quiero dejarme caer

en ti. Que me recojas

y que me abraces.

Que me recuerdes que estás

aquí

y que aunque no me necesitas para ser feliz,

estás tan feliz de conocerme!

 

Yo que tanto se,

que te desmonto tus preferencias vitales

a golpe de psicología junguiana

y Freud y Victor Frank a mis espaldas…

que veo tus neuronas como luciérnagas aceleradas

Hoy no quiero entender.

 

Hoy voy a navegarte.

Dejaré mi tierra de “Ya lo se” ,

con nuestras discusiones infinitas

acerca

de si soy libre,

o de si respondo a mi destino,

o de si la pregunta está mal formulada

porque

¿qué significa ser libre

si no soy responsable

de mis propios actos?

 

Si mi libertad

es una costumbre

y no una elección.

 

Si es una reacción

y no una elección.

 

Si soy la ciudad que queda

del pueblo que construí ayer

cuando me faltaba tanta información.

 

Me preguntas “Quién soy?”

“Por qué estoy aquí?”

“Por qué contigo?

 

Y yo que siempre tengo respuestas

me he quedado sin certezas.

 

Cada verdad que pronuncio

dura

el instante que hay entre un beso tuyo

y el siguiente.

 

Porque amor…

una vez entras dentro,

ya no hay vuelta atrás:

la transformación es inminente.

Me abrirás…

me abrirás…

 

Cada vez que entras en mi

algo muere.

 

Cada vez que entras en mi

algo nace.

 

Sin hablar,

te defines por ti mismo.

Tu sí eres certeza.

Tu sí eres poder.

 

¡Amor, VEN!

¡Destrózame!

Rompe mi corazón en mil pedazos

hasta que solo YO quedé en pie.

 

Quema mis ideas. Pon a prueba mi fe.

Pon a prueba que crea en ti,

en ella, en él, en ella, en él

tanto como creo en mi.

 

Te invoco, hipocampo

Amígdala, ven.

Activaos, circuitos de dolor y

circuitos de placer.

Venid con recuerdos de antaño,

con taquicardia,

temblor en las piernas

y sudor en las manos,

Se

que volverá todo

amagado bajo tu piel.

 

Pero esta vez,

voy a mirarte de frente

esta vez,

yo ganaré.

 

Y si tu te atreves,

si tu te atreves,

tu

ganarás también.

Sexo

 

Seguramente conoceis Poetry Slam Barcelona… ¿pero y las periferias? La verdad que nada de lo que está sucediendo en el panorama poético y performativo más rabiosamente actual de Barcelona sería lo que es sin Llobregat Slam Poetry (de donde sale este video y el buen rollo que me hizo compartirlo con tanta frescura y placer ante una sala abarrotada), SlHam Poetry (Hospitalet de Llobregat) y Poetry Slam Santako. Actúar en Barcelona es Hollywood. Actúar en las periferias… son esos recitales cercanos e íntimos (con 100-150 personas, pero vale, bueno, íntimos) donde descubres a Norah Jones y el principio de The Beatles. Son el espacio que huele a hogar y sin embargo, gritas al nacer y encuentras uno, dos, muchos abrazos al salir. Sin ellos la cantera poética y el movimiento slam sería aun un bebé. Con gran orgullo de saber gente comprometida y que ama este mundo, os invito a pasar por ahí: nada tienen que envidiar a escenas de mayor tamaño, sino todo lo contrario. Aportan algo imposible de encontrar cuando el formato crece. Así que si queréis una degustación distinta, este es vuestro lugar.

 

 

SEXO

tu te acercaste buscando sexo.

 

Sexo

eso es lo que yo pedí.

 

Un trato justo

para dos compradores honestos.

Pero no,

no para ti ni para mi,

 

Sexo

es el nombre que le pusimos

al deseo de nuestros cuerpos,

a la urgencia de contacto,

al vacío primigenio

que gritaba ser llenado

con la piel de otro ser,

con los besos de otros labios.

 

¿Cuantos abrazos no recibidos a tiempo

quisimos recuperar en nuestros besos?

 

¿Cuantos de nuestros deseos frustrados

quisimos cumplir en gemidos ajenos?

 

A mi

me gusta que me ates

porque me siento segura,

bien sujeta.

 

A ti

te gusta mandar

porque sientes que alguien te hace caso.

 

¡Y es que sexo

siempre es más que sexo

mucho más!

 

Dime cómo follas

y te dire cómo eres

 

Pero no,

insistimos

en que sexo

es una cosa del momento,

algo rápido, puro físico, solo cuerpo, nada más.

 

-Y si, si, siiii

dame más…

más, sííí, entraaa

Ahhh te quiero,

te quiero, te quiero amor..

-Perdón, que has dicho?

-Ahh…. Amor…

-¿Amor? Pero si solo hacemos sexo!

 

Sexo

es el nombre que le pusimos

al deseo de nuestros cuerpos,

a la urgencia de contacto,

al vacío primigenio

que gritaba ser llenado

con la piel de otro ser,

con los besos de otros labios.

 

Y todo

por desconocer

el amor…

¡ese extraño!

 

¿Quien sabe, quién sabe de verdad qué es el amor?

 

¿Quien se atreve, quien se atreve a buscarlo en su interior

y a dejar de mendigarlo y a juzgar a su impostor

que seduce igual que nosotros para acallar su propio dolor?

Consumiendo pieles ajenas

en busca de calor.

 

¿Quién sabe, quien sabe de verdad que es el amor?

Si nos la pasamos jugando a la víctima y al salvador,

cambiando de pareja según la que nos queda mejor.

 

¿Quién sabe, quien sabe de verdad que es el amor?

¿Quién se atreve, quien se atreve a amar con corazón?

¿Quién sabe, quien sabe de verdad que es el amor?

¿Quién se atreve, quien se atreve a amar con corazón?

Convulsion

Ellas caminan. Son dos, dos chicas.

CHICA 1: Vamos a tomar algo.

CHICA 2: Caminemos, vamos hablando de camino.

Se acercan y observan la escena: un hombre en el suelo, se remueve, retumbando, hace gestos como espantando sus propios miedos.

CHICA 2: ¿Qué le pasa, qué le pasa?

CHICA 1: Está en crisis.

UN HOMBRE CUALQUIERA: Conozco a una mujer, ella sabe…Cerca…

El hombre convulsiona, sus ojos viajan, sacudidos. Dos personas se acercan, vestidas de azul, enviadas por los cielos, la ayuda… o eso dicen.

AYUDANTE 1: A ver, ¿qué le pasa?

AYUDANTE 2: Está puesto hasta el culo, jefe. Otro más.

CHICA 2: ¿No le da vergüenza decir eso a un hombre en plena crisis? Es cruel

CHICA 1: A ver… hola, ¿me escucha? Muerda aquí y respire.

CHICA 2: Dice que cono a una chica, ¿pueden contactar con ella? Así pueden ayudar.

AYUDANTE 1: No es nuestra faena.

AYUDANTE 2: La ambulancia vendrá, ellos se haran cargo.

Desaparecen los dos.

AMBULANCIA: Hola, soy la ayuda, ¿dónde está?

CHICAS: ¡Aquí, aquí!

AYUDA: Déjeme ver…

UN HOMBRE CUALQUIERA: ¡No, tu no! Ella…

CHICA 2: Conoce a una mujer, si usted puede contactar con ella…

AYUDA: Yo solo vengo a darle asistencia, eso es cosa de la policia.

CHICA 1: No se preocupe, que pronto se le pasará.

CHICA 2: Por favor, entre unos y otros no llegamos… ¡y la mujer está aquí!

AYUDA: Él puede venir al hospital.

UN HOMBRE CUALQUIERA: NO, hospital no. Ella… en esta calle…

CHICA 2: Es una llamada, ella sabe…

AYUDA: Solo soy un empleado, hago mi faena.

Acaba su inspección con el agitado corazón del hombre relajandose, cayendo en una vuelta atrás al aquí y ahora. Desaparece la ayuda.

CHICAS: ¡Vamos!

UN HOMBRE CUALQUIERA: Espera, voy a cojer…

Un hombre cualquiera camina por la callem, muy lentamente, cerca de la pared. A su paso observa cada rugosidad, cada hueco, y se para en una Estrella roja.

CHICA 1: No, no le conviene!

CHICA 2: Acabas de salir de una crisis!

UN HOMBRE CUALQUIERA: Es mi medicina… no me dan más si la tomo

CHICA 2: Te matará. Vamos a tu lugar.

Caminan, lo siguen, caminan, buscan, caminan, se pierden, caminan, se entretienen… hasta entender que las más perdidas en esa historia eran ellas.

La ayuda hace tiempo que ha desaparecido, y la esperanza de ese hombre, hace aun más…

…se cierra tristemente el telón

(basado en hechos reales, verano del 2011, Barcelona)

Invierno en Barcelona

En la calle se asienta el invierno.

Alguien toca una canción. Es una canción vieja, gastada. Como la pintura de los muros de la historia, que rezuman por las paredes de la muralla.

Los ancestros aguardan en los rincones de siempre. Aquellos lugares que antes estaban abiertos al pueblo. Los museos, los rincones donde hace poco caían nuestros abuelos, abuelas, nuestras madres y padres atravesados por balas salidas de los pactos de falsos dioses. Balas cargada de odio, de miedo e ignorancia.

Ahora, las murallas del Casco Antiguo son un hervidero de turistas, que caminan en filas, como hormigas, y se alimentan de los restos de lo que alguna vez fue la Barcelona de su gente. La que la amó… nacidos aquí, y allí. Aquellos que llenaban sus calles del calor que el da el contacto humano.
Los músicos son perseguidos.

La pobreza es castigada.

La humanidad está mal vista.

Jugar es primitivo…incívico.

El visitante cetrino y negro, acusado de terrorista. El pálido es bienvenido… el polvo mortal y el alcohol corriendo en las venas de la ciudad, lo acomoda para que gaste más, y más…

Hace mucho que abrió sus piernas al dedo de hierro… el mercado especulativo encontró su nueva concubina. Pese a su belleza, pese a su fuerza… es de las más baratas y menos valoradas de las que colecciona. Así es Babilonia: el conocimiento no se usa, se acumula.

Muchos ancianos fueron sacados de sus casas. Muchas familias tuvieron que volver por donde habían venido.

Barcelona era un campo fértil de experimentación, en el que el gesto más puro, la inspiración más auténtica, eran absorbidos sin remedio en la espiral sin fondo del consumismo extremo. La vida de las calles, fue regulada, dividida, y preescrita en porciones individuales.

“¿Crees que sentirás

real seguridad

con 3000 policias más

y cámaras…?”

En la calle se asienta el invierno.

La gente se sienta para escuchar. Alguien toca una canción, vieja y gastada, como la pintura de los muros de la historia, que rezuma por las paredes de la muralla.

Las mismas canciones en cada esquina. Caras diferentes repitiendo las mismas melodías. Pausadas. Dóciles. Clásicas.

Los mismos gestos de cortesía, las mismas caras de congratulación ante el orden sostenido por los mismos intereses: gente pausada, dócil, clásica.

En la calle se asienta el invierno. Los ancestros se preguntan cuando verán algo nuevo…

hace mucho que el ritmo Natural es perseguido y encerrado bajo llave. La gente se sienta para escuchar.

Estamos todos juntos…

…y el frío es invernal. La separación entre nosotros, casi infinita…

Solo unas notas, por unos segundos, nos hacen olvidar nuestras vidas normales. monótonas y vacías de sentido, en este, el fruto del sueño moderno de la antigua Babilonia.

Hace mucho que ya no se oyen ritmos nuevos. Hace mucho que nos sentamos con otros solo cuando alguien toca las mismas notas que alguien nos enseñó, y aun recordamos, repetidas mecánicamente hasta el último suspiro de nuestra existencia. Hace mucho que no disfrutamos del silencio…

En la calle se asienta el invierno. Los ancestros soplan en las orejas de los más despistados para recordarles que siguen ahí, que tras el frío cemente, en algún momento existió una tierra a la que escuchar, a la que sentir… a la que amar…
Alguien toca una canción, vieja y desgastada, como la puerta maciza que nos separa de nuestros sueños llenos de polvo, que siguen brillando a través del tiempo, reclamando su lugar Natural en el Cosmos:
Dejar de tocar las notas de siempre, por lealtad a la memoria. Por temor al error eterno. Por el olvido de la cobardía. Por amores del pasado…

Los ancestros siguen soplando detrás de las orejas de los despistados, animándoles a ocupar su lugar…

Solo algunos viajeros de la jungla, del desierto, llegan con su espíritu vivo y sobreviven al agujero negro de esta, la Gran ciudad. Si miras, podrás ver en las calles todos aquellos que se perdieron tiempo atrás, que se pierden ahora, sentados, entre nosotros.
En la calle se  asienta el invierno. Los ancestros soplan en las alas de aquellos que aun se atreven a amar la vida y a tocar sus propias notas. Si te sientas en las calles de la Gran ciudad y ves más allá de las luces cegadoras, verás lo que brilla en medio de la oscuridad…

Solo algunos te reconocerán. Solo algunos buscan aun…

seguramente, no lleven cámaras, pues no les enseñaran lo que hay de inmortal aquí;

seguramente, tampoco lleven bolsas, pues eso no puede ser comprado,

ni sonrían compulsivamente, ni hablen de lo que te gustaría escuchar, sino,

sencillamente,

de lo que conocen.

El niño y la mariposa

Cuenta la historia que un niño creció en medio de mucho sufrimiento. Así aprendió a ayudar a los demás y no solo a sí mismo… y así creció y se hizo grande, y generoso. Se ganó el cariño de muchos. Y la indiferencia de otros, que lo miraban con envidia, recordando lo que se habían olvidado de ser.

Una mañana, se levantó con el primer rayo del sol y aroma de coco en al aire.

Vió un capullo. Uno de esos que los gusanos contruyen para protegerse durante el tiempo que necesitan para madurar, transformándose en algo nuevo y hermoso. El niño vió como algo intentaba abrirse paso a través de las finas paredes. Parecían tan gruesas y duras para el pobre ser que intentaba salir… ¿sería capaz?, se preguntaba, preocupado.

Movido por su miedo, el niño se acercó y, con delicadeza, resquebrajó un pedazo de la pálida cobertura, dejando al incipiente ser a la vista. La mariposilla, tímida, se tapaba con las alas, que permanecían enganchadas a su cuerpo como un lindísimo vestido transparente.

El niño esperó a que la mariposa abriera sus brazos y alzase el vuelo.

Y esperó, y esperó…

hasta que se fue, aburrido de tanto esperar lo que pensaba que debía suceder.

Lo que nadie le dijo al niño es que si ayudas a esa larva a salir antes de que llegue su tiempo, cuando lo haga no podrá despegar sus alas.

Él se fue, por aburrimiento, y ella murió por falta de tiempo.

Dulce te verde

Las gargantas secas…

el agua que hierve,

te con menta para bajar

la pimienta en la garganta…

una lágrima resbala

para morir en la entrada

de mi arma más potente

… es salada…

Las gargantas secas….

la sangre que hierve

se hiela al contemplar

la cuna de la Humanidad

incendiada por sus hijos

comida por las llamas

la avaricia avanzó tan fuerte

que su cumbre ya se cae

bajo el sol imponente

…dulce te verde…

Las gargantas secas

y los ojos húmedos

de ver aquí y allá lo mismo…

Las mejillas sonrojadas,

los dedos entumecidos

agarrotados de sus propios secretos

que trazan a gritos

conectando tierra y tiempo,

espacio y cielo,

el corazón palpita fuerte…

la mandíbula apretada,

rota la paciencia

roto el deseo de paz

por la guerra fátua,

vacía,

otra vez más guerra…

…amarga hierba…

Las gargantas vuelven a salivar

tragada la pena

tragada la ira

al fin pasará la bola

de tanta inmundicia

de tanta avaricia

de tanto progreso y tanta prisa

digestión lenta,

y final inminente

Babilonia está cayendo..

su ácido aliento corroe al que quiere…

…y yo sigo con aquí

contigo

y mi taza de dulce te verde…